Francis en Naukas Bilbao 2013: «Lo siento Planck, pero no me lo creo»

Dibujo20131002 victor ruiz naukas 2013 photoYa puedes disfrutar del vídeo de mi charla «Lo siento Planck, pero no me lo creo» en el evento de divulgación científica Naukas Bilbao 2013. Todo un éxito que demostró a propios y extraños que la ciencia y el escepticismo interesan cada día más. Yo he disfrutado mucho y he aprendido muchas cosas. Te animo a ver todas las charlas que han sido grabadas con gran calidad por la EITB. El pésimo título de mi charla oculta que su contenido versa sobre el consenso científico en las grandes colaboraciones de Big Science. Como siempre, permíteme una transcripción libre de su contenido.

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Estimación del rendimiendo de la inversión española en I+D

Dibujo20130621 Evolucion financiacion produccion sistema espanyol I mas D en 15 anyos

Medir con rigor, pero a corto plazo, la relación entre la inversión en I+D por habitante y la producción científico-técnica es casi imposible. Las medidas rigurosas que se pueden utilizar a largo plazo han de ser reemplazadas por otras susceptibles a crítica. Sin embargo, en 2008, annus mirabilis de la inversión española en I+D, «la producción científica por dolar invertido es superior a la de Francia y Alemania, y llega a duplicar la de EEUU. El número de artículos en Science y Nature por dolar invertido es tan solo un 10% menor al de Alemania. Y la producción de patentes por dolar invertido, aunque muy inferior a la de Alemania y Francia, es tan solo un 4% menor que la de EEUU.» Nos lo recuerdan Luis Santamaría, Mario Díaz, Fernando Valladares, Joaquín Hortal, Miguel A. Rodríguez Gironés, Adrián Escudero, «I+D+i en España: falla la inversión, no el rendimiento,» eldiario.es, 19 jun 2013; «Nubes negras se ciernen sobre la ciencia española,» AACTE, 15 jun 2013; y por supuesto (a quien tenga acceso) Luis Santamaría, Mario Diaz, Fernando Valladares, «Dark Clouds over Spanish Science,» Policy Forum, Science in Europe, Science 340: 1292, 14 Jun 2013.

Permíteme otro extracto: «En 2008 (“pico” en financiación), España invertía en I+D entre un 31% y un 66% menos que Francia, Alemania, Reino Unido y EEUU, tenía entre un 15% y un 26% menos de personal dedicado a esta actividad, y mostraba una contribución de la inversión privada al gasto total en I+D comparable a la de Reino Unido y ligeramente (entre un 11% y un 22%) inferior al resto. En ese mismo año, España producía entre un 6% y un 47% menos de artículos científicos, entre un 51% y un 83% menos de artículos en Science y Nature, y entre un 64% y un 89% menos de patentes que estos países de referencia.» Aunque el rigor de estas medidas es criticable, son una clara muestra de que «en España falla la inversión, pero no el rendimiento

«Decálogo del Profesor Investigador y Docente» en el Foro «Profesor Anecado»

Reproduzco aquí un texto que he leído en el Foro «Profesor Anecado» [enlace y comentarios] que refleja la sensación que tienen muchos profesores tras haber leído el informe que la comisión de expertos ha dirigido a Wert. La copia es literal, siento la falta de originalidad, pero mi idea es darle difusión a este texto. En España el esperpento de Don Ramón siempre está a la orden del día.

«El futuro Personal Investigador y Docente (por ese orden) deberá tener en cuenta las siguientes pautas para promocionar o estabilizar su carrera profesional (que no académica):

1. Participar de la «vida universitaria» no te beneficiará en nada, por ello, abstente de interesarte por las asignaturas del grado en el que estés «apuntado», por ejemplo, o por estar en comisiones o Juntas de Centro. Tu vida universitaria debe centrarse a un despacho cómodo donde escribir (mejor en tu casa).

2. Céntrate pues en escribir, en publicar. La palabra clave ahora es SEXENIO (si lo puedes pedir). Lo demás NO importa.

3. Los cursos, proyectos de innovación, y demás actividades destinadas a mejorar tu formación docente son prescindibles. La docencia pesará poco en tu evaluación, por tanto, da igual ofrecer o no una «docencia de excelencia».

4. Da igual cómo transmitas el conocimiento, por muchos que tengas. Puedes hablar con la zeta, no saber hablar, o,ser mudo, porque siempre, al amparo del sistema Bolognese, podrás permitirte tener una actitud pasiva en clase.Tu docencia puede limitarse a mandar unos trabajos para hacer en clase o procurar no dormirte cuando los alumnos los expongan. Una buena idea sería aprovechar esos ratos para perfilar algún articulillo. Lo importante es que la poca docencia que se te va tomar en cuenta esté bien evaluada, por tanto, aprueba a mucha gente (no falla).

5. No es necesario que te vuelques en el uso de Nuevas Tecnologías docentes. Prepararte para ello te restará tiempo para investigar. El uso de WORD y del correo electrónico para mandar tus artículos a revistas de impacto es más que suficiente. Hacer bonitos PowerPoints o explorar las posibilidades de plataformas docentes solo es bueno si el tiempo invertido en ello te va a ahorrar esfuerzos para dar clase o para evaluar a los alumnos, aunque esto en realidad de igual, ya que aprobando los alumnos no se quejarán y te valorarán bien.

6. ¿Has pensado en realizar una estancia en el extranjero? ¿Qué edad tienes? Si vives en casa de tus padres y encuentras una beca (ahora hay muchas) puedes salir al extranjero, así aprovechas y escribes. Eso sí, si te vas, asegúrate de que te conservan de algún modo un sitio en tu departamento, ya que vas a tener que irte al menos tres años. Si eres profesor, habla con el Rector, a ver si te puede mantener el sueldo durante estos tres años claro, y a tus compañeros de departamento, que ahora tendrán que dar más clase si te vas, les va a encantar, aunque al menos te tendrán lejos.

7. ¿Quieres ser Decano de una facultad? Procura tener un par de sexenios y, sobre todo, ser amigo del Rector porque él es quien te nombrará. Las Juntas de Centro a partir de ahora estarán poco frecuentadas porque pertenecer a ellas no sirve de nada en el currículum y como ellas no eligen al Decano es de preveer que tampoco lo controlarán. Por cierto, ser Decano no servirá de nada para promocionarte; al contrario, podrá ser tenido en cuenta negativamente, ya que el cargo te quita tiempo para investigar. Eso sí, te da unas pesetillas y te reduce docencia. Un cargo ideal para retirarte o si no tienes ya aspiraciones de progresar.

Esto mismo es prodigable con respecto a Vicedecanos o Secretarios, aunque cuídate mucho de tener sexenio para que te puedan nombrarte como uno de ellos. Así, puesto que ocupar cargo puede ser tenido en cuenta negativamente, aléjate mejor del Decanato, será además un lugar aburrido y con poca gente, porque si para tener cargo académico es necesario tener sexenio/s y no tener ya aspiraciones, y además estar allí no cuenta, en muchos centros será difícil encontrar a gente que ocupe esos cargos. Lo más probable además es que gente joven, allí, poca haya, estarán muuuyyyyy ocupados en publicar.

8. ¿Cuantos años llevas en la Universidad? Si son muchos y no tienes o tienes pocos sexenios, date por muerto. Hay que haber sido productivo desde el principio, ya no te va a dar tiempo a compensar tu falta de actividad investigadora. Así qué prepárate una jubilación anticipada dando clases (te vas a inflar); clases que no pesarán por cierto si alguna vez te evalúan el currículum.

9. Si no eres funcionario aún, no te preocupes. Aunque tengas muchos méritos (investigadores), muchos sexenios y seas un Einstein tampoco vas a ser Titular de inmediato, o nunca lo vas a ser. Tienes que acreditarte. Y sólo se convocarán acreditaciones cuando haya plazas que las respalden. En la situación económica actual plazas habrá pocas y por tanto, también pocas acreditaciones. A esas acreditaciones por tanto acudirán masivamente gente de toda la nación (lo mismo quizá ya catalanes no), así que ten cuidado, porque si no te la dan, lo mismo el de Asturias te saca de tu puesto, ya que detrás de esa acreditación había una plaza convocada en Sevilla y a tí no te la han dado, pero a él, sí.

10. Si tienes un rato, entra en Academia 1.0 y dale al botón. Lo mismo la ya concursada Aneca se cabrea y se lía a dar acreditaciones. Lo dudo. Por cierto, centenas de compañeros tuyos lo estarán pensando, así que date prisa, porque lo mismo en esta semana lo cierran y cambias los criterios. Es lo que han recomendado los expertos. También puedes orar con el también extinto Papa para que alguna disposición transitoria te permita pasar a mejor situación, aunque conociendo la forma de legislar, por Decreto, tan famosa últimamente, no creo que esto se tenga en cuenta.

En resumen, cada situación es un mundo, pero en este nuevo mundo muchos de nosotros, yo al menos, no encontramos cabida.»

Como siempre, me gustaría conocer vuestra opinión al respecto, si os apetece, en los comentarios.

El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (y V). El voto particular de los juristas

«Toda medida de reforma del gobierno de las universidades debe poderse ubicar como nueva nota en el pentagrama de nuestro ordenamiento jurídico melódicamente, en forma que guarde la debida armonía con sus restantes sonidos.» Santi Romano.

Los dos miembros juristas del comité de expertos han acompañado el informe dirigido al Ministro Wert sobre el Sistema Universitario Público Español (SUPE) de un voto particular, una adenda en la que disienten de parte de su contenido, al que tachan de anticonstitucional. Según estos juristas, el sistema de selección del profesorado y de gobierno de las universidades sugerido por los siete restantes miembros del comité de expertos requiere cambios drásticos en la Constitución. «El marco constitucional español en materia universitaria encuentra explicación histórica y se inspira en el constitucionalismo europeo, no en el Derecho constitucional británico o norteamericano.» Por ello, trasladar los modelos universitarios anglosajones requiere «modificaciones de no poca envergadura en nuestro ordenamiento jurídico.» Confieso, que nunca pensé que «la voluntad es caminar hacia la desfuncionarización» sea anticonstitucional. Además, requiere una profunda revisión del Derecho Público en España. La verdad, yo no tenía ni idea, pero si los expertos así lo afirman quizás haya que pensar más sobre este asunto.

La adenda empieza afirmando que «el nivel docente e investigador de la mayoría de nuestros centros públicos de enseñanza superior es, sinceramente, alto. Esta realidad es conocida y reconocida por gran parte de nuestra sociedad, como acreditan los datos del CIS y de otros institutos demoscópicos. Los sondeos periódicos indican que en España el profesorado de los centros públicos es valorado positivamente por el 88% de la población y solo un 10% de nuestra sociedad lo valora negativamente.» Ello no quita que haya que buscar la excelencia, pero utilizar modelos de éxito como el MIT, Harvard o Cambridge requiere asumir riesgos jurídicos.

En cuanto al nuevo sistema de contratación de profesorado propuesto por el informe, los miembros juristas afirman que «desde un enfoque técnico jurídico, no podemos asumir sin preocupación una voluntad manifestada de caminar hacia la desfuncionarización progresiva del profesorado. Las universidades públicas en España desempeñan un servicio público.» Por ello, no es fácil «acomodar fórmulas de contratación propias del ámbito privado, pues quien contrata es una universidad pública sometida a los principios y reglas del Derecho público. La relación entre una Universidad privada y sus profesores nunca puede ser funcionarial, ha de establecerse a través de un contrato laboral. La libertad de cátedra se reconoce y garantiza en nuestra Constitución, para asegurar que el profesor-funcionario goza de la libertad científica, concebida como exención de trabas políticas y administrativas en el desempeño de su función docente e investigadora. La libertad de cátedra es reflejo, al igual que la autonomía universitaria, del gran compromiso que contrae el Estado, como Estado de cultura, con una ciencia libre y que debe preservarse, siempre y en todo caso, en el ámbito de las universidades públicas.» Por ello, «las bases sobre las que se asientan las universidades públicas son diferentes a las que tienen las universidades privadas.» Como resultado un proceso de «desfuncionarización» del PDI universitario es anticonstitucional.

Los dos miembros juristas del comité apuntan a mantener el sistema actual de selección de profesorado. «Creemos muy razonable mantener una primera fase en la selección del profesorado, que prescinda por entero de si hay o no plazas dotadas para acceder al cuerpo de Profesores Titulares y al de Catedráticos de universidad. Esa primera fase supone que el esfuerzo que despliega un joven intelectual para formarse en los departamentos de nuestras universidades o de las extranjeras a que pueda acceder, por abrir o mantener líneas de estudio o de investigación, de publicaciones de menor o mayor impacto, de pronunciar conferencias, intervenir en seminarios, dirigir o juzgar tesis doctorales, asumir la docencia con vocación y entrega, y un infinito etcétera. La selección en segunda fase, para el acceso a cualquiera de los dos cuerpos de funcionarios docentes, tiene hoy problemas señalados por la comunis opinio: en la práctica no hay una auténtica competencia entre candidatos y, la tendencia que se observa en las distintas universidades es a facilitar la concesión de la plaza al acreditado de la Universidad de origen. La realidad que se acaba de describir se observa, desde fuera, como una endogamia de los equipos universitarios.» ¿Cómo proponen corregir la endogamia del sistema? Premiando a los mejores docentes en la segunda fase de selección. «El profesor será un científico, pero en cuanto docente solo tendrá, de ordinario, una pequeña proporción de estudiantes dotados de la infrecuente vocación investigadora. De aquí que las pruebas que configuren la segunda fase de la selección para ocupar plazas en cualquiera de los dos cuerpos de profesores funcionarios han de diseñarse pensando en evaluar la calidad de la enseñanza a transmitir por los candidatos en las aulas, en sus textos y en el resto de su tarea docente.»

En mi opinión, los juristas quieren defender al área del Derecho, en la que las publicaciones internacionales brillan por su ausencia (el Derecho es propio de cada país y se publica en revistas locales). Para ello abogan por un fuerte contenido en docencia a la hora de elegir a los profesores, contrarrestando el fuerte contenido investigador que abogan los otros siete expertos del comité. «El protocolo de evaluación y selección debe garantizar la contratación de los mejores jóvenes con vocación docente por las respectivas universidades. Su papel es clave para evitar toda dosis de endogamia, porque una vez que un joven se incorpora mediante contrato a un Departamento será difícil de sustituir, aunque éste no sea particularmente capaz. La LOU introdujo las categorías relativas a los profesores permanentes en régimen de derecho laboral con el propósito de flexibilizar la plantilla del profesorado universitario. Sin embargo el resultado no ha sido el esperado. Tanto las universidades como los propios profesores contratados doctores han considerado que la situación de profesor contratado doctor es transitoria, en la práctica, una etapa previa por la que los profesores noveles caminan hacia la condición de profesores permanentes funcionarios, meta natural de todo joven profesor que busca estabilidad y cuyo fin último es gozar de la independencia que aporta ser titular de la libertad de cátedra.» Yo no lo sabía pero según estos juristas «el profesor contratado goza de un status de menor estabilidad que el funcionario y carece de la independencia de que dota a este su libertad de cátedra

En relación al gobierno de las universidades, como dicen que «los profesores de Derecho somos los más conservadores de todos los hombres,» recuerdan que el nuevo sistema de gobierno requiere cambiar el Derecho Público y la Carta Magna, por lo que no podrá ser aceptado por el Tribunal Constitucional. Sus argumentos a mí me parecen pura retórica, pero como no soy jurista, supongo que estarán bien fundamentados.  «El buen gobierno debe afrontarse en el caso español respetando tres grandes premisas jurídicas: a) la enseñanza superior es un servicio público de carácter nacional, cuya prestación concierne a los intereses generales de toda nuestra población y de aquí que el Estado no esté plenamente desapoderado sobre la materia; b) las competencias administrativas sobre las universidades están ampliamente transferidas a las respectivas Comunidades Autónomas, y e) la Constitución no contempla a la Universidad como una mera materia administrativa, sino también como un derecho fundamental a la autonomía. La adecuada combinación de estos tres factores supone que nuestro Derecho público ha de buscar necesariamente fórmulas organizativas complejas y a la par eficientes para ser capaces de combinar capacidad de decisión y asunción de responsabilidad.»

«Los dos profesores de Derecho que suscriben la adenda» nos recuerdan «el enorme interés que las Comunidades Autónomas tienen por el control de sus universidades: gracias a ellas pueden formar los cuadros de sus dirigentes (tanto ideológicos como operativos) y utilizarlas como plataforma de adoctrinamiento de largo alcance.» En su opinión, «las Comunidades Autónomas han de convivir con unas universidades, cuyo derecho a la autonomía deben respetar.» Por ello, están en contra «del cambio propuesto en el informe que propicia un significativo peso de la Comunidad Autónoma en el Consejo de la Universidad.» En su opinión, «esta dificultad no se soluciona con las altas dosis de autonomía meramente «semántica» y bien intencionada que puedan aliñar informes o futuras leyes.» Más aún, yo no lo sabía, pero el Tribunal Constitucional (TC) ya declaró inconstitucionales en 1987 varios párrafos de la LRU «por vulnerar el derecho de las universidades a su autonomía.» Por lo que parece «atribuían al Consejo Social funciones estrictamente académicas, vulnerando la Constitución.» Otra sentencia de 1992 también iba en la misma línea.

Por ello, «la doctrina de nuestro Tribunal Constitucional nos conduce a tener que concluir que, en nuestro criterio, tanto la llamada «Universidad de Patronato,» propugnada en un informe elaborado por una Ponencia para la Generalitat de Catalunya, como la denominable «Universidad de Consejo,» defendida en este informe, pueden contener elementos que inviten a ser declarados inconstitucionales por considerar el TC, en su caso y día, que pueden conllevar una injerencia de las Comunidades Autónomas en el contenido esencial de la autonomía de las Universidades, cercenando sus potestades de autonormación, autoorganización y autogobierne, afectando indebidamente su espacio de libertad intelectual, sin el cual no es posible la creación, desarrollo, transmisión y crítica de la ciencia, de la técnica y de la cultura.»

En mi opinión, la exposición de la adenda parece razonable hasta que llega el momento de proponer «directrices alternativas para mejorar la calidad del gobierno de nuestras universidades.» En mi opinión, los dos juristas meten la pata hasta el fondo con «sus recomendaciones: a) el Claustro de la Universidad, cuya composición debe ser más reducida, tendrá competencia para elegir a quienes compondrán el Consejo de la Universidad de entre los claustrales cualificados al efecto; b) los miembros del Consejo de la Universidad serán claustrales pertenecientes a los cuerpos de profesores funcionarios con cualificación teórica y/o la experiencia práctica en la gestión de entes públicos, siendo elegido el Rector por el Consejo de Universidad entre sus miembros o, por mayoría reforzada tras una convocatoria pública elaborada al efecto; c) el Rector es la máxima autoridad académica y ejecutiva de la Universidad, será elegido por el Consejo de la Universidad, mediante voto secreto, por mayoría simple, de entre sus miembros o por mayoría de dos tercios tras una convocatoria pública; aconsejamos estudiar la posibilidad de que el Rector pueda nombrar a los Decanos de las Facultades y a los Directores de Escuelas, además de a los miembros de su equipo rectoral; y d) el Consejo Social se mantendrá con composición y función similar a la actual.»

En resumen, el Ministro Wert y la comunidad universitaria tendrán que dialogar para decidir qué cosas implantar entre las recomendaciones del comité de expertos, siempre que no violen la Constitución. No será fácil. Como dice Antonio Ramírez de Arellano López, Rector de la Universidad de Sevilla, en la carta que ha enviado a toda su Comunidad Universitaria «el nuevo diagnóstico, uno más, no aporta novedades importantes a reflexiones ya conocidas y ampliamente debatidas. En cuanto a las propuestas, la parte nuclear de las mismas es discutida en la adenda con profundidad y rigor por los dos reputados juristas que formaban parte de la comisión, y es valorada como ajena e imposible, o escasamente recomendable, en el ordenamiento jurídico español. Es de justicia destacar la defensa que este voto particular hace de “lo público” y de la autonomía universitaria, en su significado y logros, y de su manifestación especial en un gobierno elegido por y entre universitarios, con los matices que corresponda y con las medidas de refuerzo de la rendición de cuentas que sean oportunas, que habrá que discutir.» Por cierto, Antonio Ramírez de Arellano es Catedrático de Física de la Materia Condensada en la Facultad de Física (Doctor en Física (1991) y Licenciado en Economía (1999) por la Universidad de Sevilla).

Esta es mi última entrada sobre el documento “Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español,” PDF (84 páginas) y la “Addenda al informe (voto particular),” PDF (31 páginas).

Índice de entradas:
El informe sobre el sistema universitario español que la comisión de expertos ha dirigido al Ministro Wert (I). Introducción
El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (II). La selección del profesorado
El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (III). La evaluación externa de la universidad
El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (IV). El gobierno y la financiación de las universidades
El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (y V). El voto particular de los juristas

El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (IV). El gobierno y la financiación de las universidades

La recomendación más importante del comité de expertos respecto a los órganos de gobierno de las universidades es reforzar el papel del Rector, que será elegido y responderá ante el Consejo de la Universidad. Los demás órganos de gobierno reducirán su tamaño y, si fuera necesaria, se unificarán entre sí todos los «pequeños.» Además, recomiendan un catálogo de títulos a nivel nacional, un mínimo de alumnos por título y una reducción general de las dimensiones del sistema. En general, las recomendaciones parecen razonables, aunque será muy difícil que la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) acepte sin más estos cambios. Un punto a destacar es que los expertos afirman que ha sido un grave error la implantación de títulos de duración 4+1 en lugar de los anteriores 3+2, como han hecho otros países europeos, pero que no se puede volver atrás pues el coste sería demasiado alto. En cuanto a la financiación, como es obvio, hay que incrementarla y racionalizarla, facilitando la inversión privada y el mecenazgo. Yo destacaría el incentivo a las becas-préstamo, poco habituales en nuestro país. Permíteme unos extractos.

«Los órganos de gobierno universitario son muchos y con demasiados miembros; como resultado, los procesos de toma de decisión son largos, costosos y poco eficientes. [Hay que] mejorar y agilizar el proceso de rendición de cuentas y la profesionalidad de la gestión. Esta Comisión de Expertos cree que las universidades que opten por las reformas recomendadas progresarán más y más velozmente que las que no lo hagan. La reducida financiación de las universidades es un problema, pero no es el único problema. El cambio más significativo que se propone es la sustitución del Consejo de Gobierno y del Consejo Social por un único órgano, el Consejo de la Universidad, que es el que elige al Rector, cuya autoridad se refuerza. La figura del rector con poderes reforzados permitirá una universidad pública mucho más ágil, científica y eficaz, de la que se beneficiará la sociedad en general y los estudiantes. La cuestión no es, pues, si una universidad debe ser pública o privada para ser excelente: tal alternativa es una falacia. Lo que las mejores universidades tienen en común es un rector con capacidad ejecutiva, con notable autonomía financiera y de contratación y que, finalmente, responde ante la sociedad en su conjunto y no sólo ante los intereses de los colectivos internos de su propia Universidad. El Rector será un académico designado directamente por el Consejo de la Universidad, ante el que responde. Se recomienda que la elección del rector sea precedida de un anuncio internacional de búsqueda de candidatos, estando el cargo abierto tanto a académicos españoles como a extranjeros.»

«La Comisión considera que es esencial reducir su número, tamaño y sus atribuciones. Debe tenderse a una mayor profesionalización de las tareas de la gestión universitaria. Debe evitarse la creciente dedicación del PDI a tareas burocráticas. El PDI está asumiendo cada vez más competencias administrativas que no le son propias, en detrimento, por tanto, de la docencia y la investigación que constituyen su tarea fundamental. Se recomienda que los Departamentos universitarios se mantengan como unidades de docencia e investigación, en uno o varios ámbitos del conocimiento y en uno o varios centros. Se recomienda que su tamaño sea mayor que el actual, produciéndose fusiones si fuera necesario. En cualquier caso, se recomienda que la existencia de un departamento esté justificada por su calidad científica.»

Coincido con la comisión en que «muchos de los problemas del SUPE no se hubieran producido si España hubiera mantenido «para Bolonia» su tradicional estructura 3+2, la seguida por la mayoría de los países europeos. La reorganización de los estudios universitarios en 4 años (grado)+1 año (máster), ha sometido a las universidades a considerables tensiones para adaptarse a la nueva estructura 4+1, que aún perduran. Las actuales circunstancias de agotamiento de las universidades, producidas por esa reforma aún no concluida, aconsejan ser prudentes a la hora de realizar cambios en este aspecto. La elección para España del modelo 4+1, además de alejarnos de esos países en lugar de converger con ellos, ha planteado algunos problemas adicionales, especialmente para las carreras más largas y las que tienen una proyección profesional regulada (como las enseñanzas técnicas). Los ingenieros e ingenieros técnicos encuentran dificultades para que el nivel académico de sus títulos sea reconocido en cualquier país para el correspondiente ejercicio profesional. Lo mismo se puede decir de otras profesiones. Pese a todo, no parece aconsejable proponer en estos momentos un regreso general de los estudios al modelo 3+2, porque la tensión a la que se ha sometido al sistema universitario con el actual proceso de cambio (que dura ya más de cuatro años) ha conducido a un considerable agotamiento de la comunidad universitaria.»

La comisión «recomienda el establecimiento de un registro nacional de títulos universitarios en colaboración con las Comunidades Autónomas, que la ANECA simplifique el sistema actual de acreditación de títulos (programa VERIFICA), favorecer una reducción, reorganización o fraccionamiento del sistema de títulos, así como una reordenación de sus facultades, escuelas y departamentos, con el fin de racionalizar y maximizar el buen uso de los recursos existentes. Para evitar la multiplicidad excesiva de títulos se propone establecer un número mínimo de alumnos para que pueda impartirse un determinado título (fijado a escala nacional, flexible, distinto en función de las distintas clases de títulos, y adaptado a la demanda habitual).

«En España, los recursos financieros destinados en la actualidad a la educación superior son menores que los de los países de ese entorno. El 80% de la financiación actual de las universidades públicas españolas procede de fondos públicos, dato muy similar al observado en Francia, Bélgica, Irlanda o Portugal. [Sin embargo,] en Reino Unido sólo un 35% es de origen público, semejante al porcentaje de otros países de la OCDE como EEUU o Japón. La financiación para el sistema público universitario español debe ser: mayor, estable y que permita y garantice su desarrollo de forma planificada y sostenida. A pesar del entorno económico actual, la previsible evolución apunta al incremento de los recursos privados.»

El círculo vicioso de la universidad ha sido «la oferta docente, la principal herramienta de captación de nuevos recursos de PDI o de apoyo (PAS) que, a su vez, exigían la ampliación de la oferta docente y la búsqueda de nuevos recursos de PDI y PAS. Esto ha producido un despliegue territorial de enseñanzas plagado de duplicaciones y de títulos artificiales muy semejantes. El poco énfasis en la investigación no sólo ha perjudicado la misión investigadora de la universidad, sino que de forma indirecta ha fomentado la ineficiencia de su función docente. Pero redimensionar el sistema es un objetivo fácil de enunciar pero difícil de abordar.» La comisión recomienda a las administraciones públicas: 1) estimar la oferta universitaria por áreas a medio y largo plazo; 2) adoptar medidas para impulsar un reducido conjunto de universidades que puedan competir en el marco internacional; 3) y que las Comunidades Autónomas revisen la oferta global de sus universidades en el grado y el postgrado, analizando el equilibrio de la oferta y la demanda junto con indicadores objetivos de calidad, teniendo una especial sensibilidad con los estudios culturalmente estratégicos.»

Todos estaremos de acuerdo con la comisión en la «necesidad de una financiación pública suficiente, sostenible y estable basada en criterios de calidad y eficiencia. El gasto medio por estudiante universitario en España (unos 10.000 euros por curso) es superior al promedio de la OCDE, lo que no significa que el sistema universitario esté bien financiado en su conjunto.» La comisión recomienda «vincular la financiación asociada a la docencia de cada universidad a la empleabilidad de sus propios titulados, de forma que se cree así un incentivo adicional para mejorar la calidad de sus programas docentes.» También recomienda «establecer normas de permanencia para los alumnos y asegurar su cumplimiento evitando estancias prolongadas en los centros universitarios (teniendo en cuenta la dedicación parcial de estudiantes que simultaneen trabajo y estudios).» Así como una «mejora y ampliación de la política de becas y diversificación de los ingresos de las universidades.» El énfasis lo ponen en «las becas‐préstamo: 1) préstamos directos financiados por el gobierno, 2) préstamos indirectos financiados por el sector privado y garantizados por el gobierno, y 3) préstamos universales basados en los ingresos familiares.» Finalmente, proponen «una generosa Ley de Mecenazgo extendida a actividades científicas sería una excelente iniciativa para captar capital (business angels) para las universidades.»

La próxima y última entrada sobre el informe estará dedicada al voto particular de dos miembros de la comisión.

El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (III). La evaluación externa de la universidad

Hace unos años, en el Rectorado de la Universidad de Málaga, el provost de la Universidad de Berkeley, California, impartió una conferencia sobre excelencia universitaria. Para mi sorpresa, lo primero que dijo fue que aunque le hubiera presentado la Vicerrectora de Profesorado y Ordenación Académica, la excelencia universitaria no tenía nada que ver con la docencia. Su charla sólo discutió la excelencia investigadora, la selección de profesorado y la transferencia de los resultados de investigación. Recuerdo que comentó que el Estado de California les obligaba a admitir en los grados un alto porcentaje (algo así como el 80%) de alumnos nacidos en California y que por tanto en los grados no podían elegir los mejores alumnos del mundo. Sin embargo, en el postgrado tenían libertad absoluta y sólo una minoría (algo así como el 10%) eran alumnos californianos (y muchos menos de sus propios grados). La excelencia universitaria empezaba en el postgrado con una selección de los mejores alumnos de postgrado del mundo. A mí me sorprendieron sus palabras y la cara de asombro de la vicerrectora.

El informe de la comisión de expertos me ha recordado esta anécdota. «La evaluación de la calidad de las universidades debe ser por razones de investigación e innovación. Introducir una supuesta «calidad de la docencia» en la evaluación como criterio fundamental sólo contribuiría a fomentar e incrementar muchos de los excesos supuestamente amparados por las reformas del Plan Bolonia. [Pero] el segundo principio fundamental de la Magna Carta Universitatum, suscrita en Bolonia en 1988 por más de 750 universidades del mundo, establece que «en las universidades, la actividad docente es indisociable de la actividad investigadora.» Tratar de separar la transmisión de conocimientos de la generación de otros nuevos no sólo es erróneo sino contraproducente, pues no favorece ni la docencia ni la investigación: la investigación acumula conocimientos y, por tanto, mejora la docencia. Es frecuente mencionar que muchos investigadores no son buenos profesores y que, por tanto, priorizar la investigación y el trabajo original no es un buen criterio de selección del profesorado universitario. La realidad es que la recíproca (que los profesores universitarios que no investigan son peores docentes) es la cierta y que, como es natural, la investigación mejora muy considerablemente la docencia. 36 y que hoy pasan.» Muchos lectores de este blog estarán en desacuerdo con estas palabras, pero yo coincido plenamente con esta opinión de los expertos de la comisión nombrada por el Ministro Wert. «Hay que identificar la investigación excepcional («world leading»), que es la que distingue las universidades excelentes.»

Estoy de acuerdo con los expertos en que es falso que «la creación repetida de centros que imparten iguales enseñanzas es socialmente buena per se. Fomenta la errónea creencia de que lo mejor es tener la Facultad o la Escuela tan próxima como sea posible, obviando que lo más importante no es el lugar donde se estudia, sino la calidad de la enseñanza que se recibe.» Me ha resultado curiosa la «analogía [con] un partido de fútbol; lo que cuenta para decidir el partido no es el número total de pases entre jugadores de un equipo (universidades donde se publican muchos trabajos), sino los goles que mete (universidades donde se realizan trabajos excelentes que hacen avanzar el conocimiento y que producen tecnología y patentes innovadoras).»

No tengo ninguna crítica a este apartado del informe. Comparto la mayoría de las opiniones expresadas por la comisión y sus recomendaciones, aunque obviamente requieren una inversión en financiación. A coste cero son imposibles de implantar. Sólo unos breves extractos. «Toda evaluación de la calidad de las universidades debe ser: a) completamente externa; b) lo más objetiva posible; c) lo más sencilla y económica posible; d) pública, con gran difusión del resultado; y, finalmente, e) debería tener consecuencias para la financiación de las universidades y de sus centros (Facultades, Escuelas, Institutos, etc.). La calidad de una universidad favorece la empleabilidad de sus egresados, información que se recomienda dar a los estudiantes, por lo que se recomienda establecer un «observatorio nacional de empleo de los egresados universitarios.» [Más aún] no es recomendable que todas las universidades sean generalistas y reproduzcan el mismo patrón. La especialización debería ser una de las claves de la sostenibilidad, buen funcionamiento y mejora de las universidades. Se recomienda evitar la duplicación innecesaria de centros y títulos reorganizando, y en su caso suprimiendo, centros y departamentos si fuera conveniente. Se requiere una racionalización de la oferta académica bajo criterios de mayor calidad y eficiencia.» Yo hubiera comentado también la reorganización del listado de áreas de conocimiento.

También «es imprescindible mejorar la internacionalización de las universidades en todas sus facetas (profesorado, estudiantes, investigación, doctorados, convenios de cooperación, parques tecnológicos, etc.). [Además, hay que] recordar lo importante de la relación con las universidades de Iberoamérica, un factor adicional en la internacionalización de las universidades españolas.»

PS (18 Feb 2013): Supongo que muchos ya conocerán el U-Multirranking creado por la UE para medir la calidad de las universidades, que ha nacido con muchas críticas. «Su idea es crear un ranking con información en cinco áreas distintas: la reputación de la investigación, la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, la internacionalización, el éxito en la transferencia de conocimiento (por ejemplo, asociaciones con empresas y start-up), y la contribución al crecimiento regional. Esperan que se inscriban en el proyecto unos 500 campus de Europa y de todo el mundo y que la primera edición se publique en 2014.» Críticas en J.A. Aunión, «Un grupo de presitigiosas universidades rechaza el ‘ranking’ impulsado por la UE. La Comisión Europea lanza un proyecto para competir con la clasificaciones más famosas,» El País, 17 Feb. 2013.

El informe sobre el sistema universitario español … a Wert (II). La selección del profesorado

La selección del profesorado es clave para garantizar la calidad de una universidad. La comisión de expertos recomienda cargarse la ANECA (relegarla sólo a contratar profesorado no funcionario), reforzar la CNEAI (que concede los sexenios que deberían servir para todo) y volver al sistema de habilitación introducido por la LOU cuando era Presidente Aznar. La clave es prevenir la endogamia, algo que la habilitación no logró, por lo que la comisión recomienda medidas como que un doctor no pueda ser profesor en su propia universidad (salvo que haya estado 3 años fuera). Todas estas medidas ya fracasaron (y hace menos de una década, qué desmemoriados son los miembros de la comisión de expertos). ¿Por qué recomendar lo que ya fracasó? En mi opinión, los expertos de la comisión tienen muy poca imaginación. Volver a un sistema que fracasó sin alterar las condiciones de contorno que llevaron a dicho fracaso no tiene ningún sentido.

Hay cosas en el informe que me gustan, como que la gestión no sea tenida en cuenta en la promoción del profesorado, pues basta que esté bien pagada, pero hay muchas otras cosas que me disgustan. Entre estas últimas, yo destacaría el maltrato a los jóvenes y la ausencia de una sólida carrera docente e investigadora. Tratar de imitar el sistema de contratación de profesorado de las universidades privadas de EEUU sin eliminar la figura del profesor funcionario no tiene ningún sentido. El gran problema de la universidad española no es la endogamia, sino el funcionariado. En mi opinión, todo profesor, incluidos los miembros de la comisión, que se les ve el plumero y ninguna de sus recomendaciones les afectan, salvo a favor, deberían ser evaluados cada cierto tiempo (pongamos cinco o seis años) y sólo si superan dicha evaluación mantener su plaza como PDI permanente. Cualquier alternativa que mantenga la «mierda» en un sistema «podrido» será un simple lavado de cara a gusto de los burócratas, pero que no servirá absolutamente para nada.

Permíteme unos extractos del texto (aquí tienes la versión completa). Para la comisión, la selección del profesorado es una de las claves hacia la excelencia. «Las universidades deben tener capacidad para aprovechar las oportunidades y captar profesores e investigadores de primera fila con facilidad y sin importar de su origen. Actualmente esto es muy difícil, incluso imposible en la práctica, con el actual sistema de acreditaciones de la ANECA.»

Lo más urgente sobre el PDI permanente y funcionario. «Modificar el baremo y el procedimiento de las presentes acreditaciones no presenciales de la ANECA, por ser muy inadecuado. Una vez establecido el sistema de acreditaciones públicas nacionales, la ANECA perdería sus actuales competencias como agencia acreditadora del PDI de las universidades (programa ACADEMIA). Esta competencia se mantendría en el caso de doctores contratados por las universidades tanto públicas como privadas. Los acreditados por la ANECA aún sin plaza en una universidad pasarían a estar equiparados a los acreditados por el nuevo sistema de acreditaciones públicas, con idénticos derechos.»

«Esta Comisión recomienda que la gestión no sea valorada como mérito para las plazas de PDI, pues no forma parte del bagaje intelectual necesario para ser un buen profesor e investigador. Se recomienda que la gestión tenga incentivos económicos adecuados así como la tradicional disminución de obligaciones docentes. Los complementos temporales por cargos de gestión no deberían ser consolidables en ningún caso. La excelencia docente e investigadora de un posible gestor puede favorecer su gestión académica, al menos por la especial sensibilidad que cabe suponerle para la docencia y la investigación, pero la recíproca es falsa. Premiar la gestión per se sólo ha promovido que se genere más gestión y burocracia cuyo fin es proporcionar «méritos» por gestión al CV de quienes participan en ella, en detrimento de la docencia y la investigación.»

Me gusta, pero se me ve el plumero, que la comisión «recomiende incrementar muy considerablemente los puntos por méritos investigadores y de transferencia (por ejemplo, al 85% del total o, al menos, 20 puntos por sexenio de investigación a título orientativo). El baremo de la ANECA otorga 55 puntos por ‘investigación’ (el máximo hasta para un Nobel), 35 por «actividad docente y profesional» y 10 por «gestión, administración y otros méritos.» Incluso el Einstein de 34 años que en 1913 aceptó su cátedra berlinesa hubiera tenido dificultades si se le hubiera juzgado con el baremo de la ANECA.» También se menciona que el baremo actual «no permitiría acreditar como catedrático a más de un premio Nobel y que perjudica muy especialmente a los jóvenes más brillantes.» Por otro lado, la comisión recomienda «reducir complementariamente (por ej. al 15%) los méritos por «docencia.» Siendo inapropiado valorar los méritos docentes por el número de años que el candidato ha dado clase o por los cursillos de «innovación educativa» que ha seguido (de hecho, estos «méritos» están generando la proliferación de «cursillos» sin valor alguno).» Junto con la eliminación por completo del baremo los «méritos por gestión,» estoy completamente de acuerdo con la Comisión en este punto. Pero repito, muchos diréis que se me ve el plumero.

Un punto con el que no estoy del todo de acuerdo es que se pretenda mantener el sistema de áreas de conocimiento, algo que no tiene ni pies ni cabeza se mire por donde se mire. En el programa ACADEMIA de la ANECA se mete a todas las áreas de conocimiento similares en el mismo cajón, la macroárea de conocimiento, de tal forma que «los «expertos» [que evalúan los CV de los candidatos a acreditación] sólo pertenecen al campo general [las macroáreas de conocimiento], pero no son necesariamente especialistas (del área de conocimiento específica del candidato), algo imprescindible para juzgar con conocimiento de causa.» En mi opinión, las áreas de conocimiento son un lastre para el sistema y habría que deshacerse de ellas en pro de los departamentos o de los centros.

A medio plazo, un cambio en el acceso a las plazas de PDI permanente y funcionario: «Reforma del acceso a las plazas de PDI permanente por medio de dos vías: (1) acreditaciones públicas nacionales en los dos niveles actuales de profesor funcionario titular (TU) y catedrático (CU); las universidades seleccionarían después a los acreditados como hasta ahora. Y (2) la contratación directa e indefinida por las universidades de doctores españoles y extranjeros, también como CU y TU, sin restricción; no sería necesaria la acreditación previa de la ANECA. Según la actual LOMLOU, el PDI contratado puede alcanzar el 49% del total de PDI de la universidad (aunque actualmente sólo representa el 15%).»

El vía (1) es un retorno al sistema de habilitación introducido por la LOU. Las novedades que se introducen son meros lavados de cara, como «que sólo formen parte de las comisiones los profesores permanentes que tengan concedido un número de sexenios próximo al período de tiempo necesario para obtenerlos, con un mínimo de dos,» o que «en el caso de que el número de candidatos fuera superior al triple de las acreditaciones públicas convocadas, la comisión procedería a seleccionar previamente entre ellos un número igual al triple de esas acreditaciones.» En la vía (2) destacaré que «los profesores contratados por esta vía serían elegibles para cargos académicos como los funcionarios, y podrían tener igualmente sexenios y complementos por docencia (quinquenios).»

El informe está lleno de frases vacías de contenido, como que «la comisión recomienda especialmente evitar la situación que viene repitiéndose desde hace decenios, la alternancia de períodos de relativa abundancia y de otros de gran escasez de plazas, que conduce a que el SUPE no seleccione sólo a buenos candidatos en el primer caso y a que se pierdan muchos de éstos en el segundo.» Muy bien, pero cómo se logra; según la comisión basta seguir sus recomendaciones, pero ni los miembros de la comisión se creen lo que están diciendo. ¿Por qué los «complementos salariales para el PDI» deberían estar «ligados al rendimiento investigador en su conjunto (Centro, Departamento, Instituto, etc.)»? Según la comisión para «que se incentive la selección de los mejores.» ¿Para qué sirve que quien trabaje más gane más sueldo para quienes no trabajan nada? En mi opinión, pagar más a quien más trabaja es necesario, pero los que trabajan menos no deberían recibir beneficios.

Las medidas para prevenir la endogamia en el informe no tienen ni pies ni cabeza. La endogamia está dentro del sistema y hay que extirparla, no basta con perjudicar a los más jóvenes. Se nota que en la comisión de expertos no había ningún joven. La comisión «recomienda impedir cualquier tipo de contratación por una universidad de un doctor propio, salvo que éste hubiera estado previamente vinculado a otra universidad, institución académica o centro investigador reconocido, español o extranjero, por un período no inferior de 3 años.» Además, que «las convocatorias de plazas de PDI deberían ser internacionales y las vacantes deberían aparecer en inglés en las webs de las universidades y en una sección especial de la web del Ministerio tipo Open positions in Spanish universities.» O rescatar el Programa Ramón y Cajal, pero con otro nombre tenure track. «Esta Comisión recomienda que las universidades ofrezcan contratos a doctores por un tiempo de cinco años con la indicación de que esas plazas podrían transformarse en plazas permanentes de PDI contratado doctor. Para favorecer a los jóvenes brillantes, la transformación de ese contrato en indefinido como profesor titular contratado, requeriría que la labor realizada por el doctor en esos cinco años fuera de elevado nivel científico.»

Obviamente, los que disfrutamos de muchos sexenios agradecemos que la comisión recomiende que «los tramos de investigación de seis años o «sexenios» deberían estar mejor retribuidos (y de forma creciente, más el segundo que el primero, el tercero que el segundo, etc.) y con independencia del cargo (titular o catedrático) con el que se hubieran obtenido; además, se puedan conceder con independencia del tipo de dedicación del PDI (i.e., a todo funcionario o contratado que los solicite) de forma que no estén limitados a los funcionarios; y, finamente, que no estén limitados a los seis actuales.» Supongo que el PDI que tenga pocos sexenios estará en contra de esta medida, pero a mí se me ve el plumero. Otra cosa diferente es que la comisión recomiende que los sexenios se utilicen para todo. «Se recomienda el uso de los sexenios como criterio básico para ocupar cargos académicos de responsabilidad. Para los cargos de Rector, Vicerrector, Decano y Director de Escuela o de Departamento se recomienda tener al menos 3/2/2/2 sexenios respectivamente, que deberán estar «vivos».» No sé, pero yo creo que los gestores, para ser buenos gestores, deben dedicarse sobre todo a la gestión y no a falsear sus CV con sexenios obtenidos con el esfuerzo de otros.

Me gusta, aunque veo poco factibles, algunas recomendaciones al estilo anglosajón como que «las universidades deben tener capacidad para mejorar los salarios de su PDI permanente y para captar talento y/o retener a los mejores, estableciendo incentivos, incluso de forma negociada con los interesados, y ello por razones de excelencia investigadora.» Y también «la creación de cátedras especiales con nombre (cátedras extraordinarias o «named chairs»). Sería deseable potenciar el mecenazgo, con un trato fiscal muy generoso.»

Sobre los Profesores Ayudantes: «Es conveniente que las universidades incrementen la oferta de Profesores Ayudantes, con una ocupación de las plazas muy limitada en el tiempo y absolutamente improrrogable. Su escasez actual es resultado de la errónea premisa de que todo Profesor Ayudante debe acabar siendo Profesor Titular, lo que ha llevado a las universidades a no ofrecer plazas de Profesores Ayudantes pese a que pueden constituir el primer paso de una carrera académica.»

Sobre los los Profesores Asociados: «Deberían responder al espíritu y la letra de la LOMLOU (profesionales muy cualificados que se prestan a ofrecer temporalmente su experiencia o especiales conocimientos a las universidades).»

Sobre los Profesores Eméritos: «Se debe incidir más en los méritos investigadores, requiriendo al menos cuatro tramos de investigación o sexenios reconocidos. Se recomienda que la condición de emérito sea concedida de forma automática a todo candidato con seis sexenios.»

Sobre el Personal de Administración y Servicios (PAS): «Mejora de la selección y eficacia del PAS introduciendo criterios de calidad y de rendimiento específicos para el PAS.» Por cierto, me ha hecho un poco gracia, pero es una gran verdad. «Evitar la actual «PASificación» del PDI que, desde hace años y al amparo de las mal llamadas «nuevas» tecnologías, está asumiendo cada vez más funciones administrativas que no le son propias.» Una gran verdad.

En resumen, me gusta que se recomiende un cambio en el baremo del programa ACADEMIA de la ANECA y que se recomiende reforzar las plazas de profesor permanente no funcionario, pero creo que la contratación de profesorado en el SUPE necesita un cambio más drástico y mucho mejor pensado.

La ruta de los diez años para la fusión nuclear comercial

Dibujo20130217 Development roadmap for private sector fusion systems

Los «libros blancos» son cada día más comunes en España. Se nota que estamos copiando a EE.UU. que tienen «libros blancos» para todo, incluso para ayudar a los inversores de capital riesgo a invertir en tecnologías de fusión nuclear comercial. La recomendación es invertir unos 500 M$ (millones de dólares) en 10 años, pero en dos fases. En los primeros 3 años hay que invertir unos 20 M$ para que el innovador demuestre que su diseño funciona. En la segunda fase, si el diseño ha funcionado, se invertirá el resto del dinero para obtener un prototipo comercial. Si en 10 años el innovador no ha demostrado que su prototipo comercial funciona, el inversor de capital riesgo debe abandonar de forma inmediata. Así de sencillo. Esta «hoja de ruta» para el inversor es el resultado de un comité del ARPA-E del DOE. Acojona pensarlo. Sólo 3 años y sólo 20 M$ para demostrar lo que miles de investigadores con miles de millones de dólares no han logrado en los últimos 60 años. Por fortuna, en EE.UU. hay muchos inversores de capital riesgo que están apostando por proyectos de este tipo. El beneficio esperado para quien logre desarrollar los primeros reactores de fusión comerciales ronda los diez mil millones de dólares (un factor de retorno para la inversión de 20). No es de extrañar que haya muchos proyectos que buscan obtener reactores compactos de fusión nuclear comerciales esparcidos por todo el mundo (siendo los mejor financiados los de EEUU y Canadá). El problema es que muy pocos han logrado los 20 M$ de inversión necesarios para entrar en la carrera descrita por el «libro blanco» de la fusión nuclear compacta comercial. Más información para los inversores interesados en Simon Woodruff et al., «Path to Market for Compact Modular Fusion Power Cores,» Journal of Fusion Energy 31: 305-316, August 2012.

El informe sobre el sistema universitario español que la comisión de expertos ha dirigido al Ministro Wert (I). Introducción

La comisión de expertos ha hablado. El proceso no ha sido fácil. Nombrada el 13 de abril de 2012, han enviado el informe al Ministerio el 12 de febrero de 2013 (se hizo público el 15 de febrero). La comisión sufrió dos abandonos («por razones personales») entre sus once miembros iniciales y además un voto particular de dos de ellos (que acusan de anticonstitucional las propuestas del informe para la selección de profesorado y para la gobernanza de las universidades). Como resultado tenemos un informe con cuatro puntos, dos de ellos firmados por nueve miembros y otros dos firmados por sólo siete. Un informe que ya está provocando enormes críticas y aún no ha empezado a ser debatido en serio. ¿Qué hará el Ministro Wert con este polémico informe? El anuncio oficial en «La Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español entrega el documento con sus propuestas al Ministro José Ignacio Wert,» MECD 15 Feb 2013; el documento «Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español,» PDF (84 páginas) y la «Addenda al informe (voto particular),» PDF (31 páginas).

Te lo confieso, yo me leí el informe el pasado viernes por la noche, después de cenar. Mi opinión ya lo ofrecí en Twitter. Hay cosas que me gustan y otras con las que disiento. Pero lo que tengo seguro es que lo que haga el Ministro Wert no tendrá nada que ver con este informe. El informe es papel mojado. Hoy he vuelto a leerlo (lo sé, lo sé, llámame masoquista). Permíteme destacar algunos puntos extrayendo trozos del texto. Espero que quienes no se molesten en leer el informe puedan tener una idea clara de su contenido gracias a estos extractos.

El informe estudia la situación del Sistema Universitario Público Español (SUE) aunque sus recomendaciones serán de aplicación sólo al Sistema Universitario Público Español (SUPE). Como era de esperar, el informe empieza con una frase de cara a la galería. «El progreso del SUE desde la transición a la democracia ha sido enorme y su papel ha sido extraordinario en el desarrollo cultural, económico y social del país; en suma, en el bienestar de los españoles. Nuestras universidades han avanzado mucho desde la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983, pero aún podían haber progresado más incluso con la modesta financiación que reciben. España necesita con urgencia generar un crecimiento sostenible que permita reducir drásticamente el desempleo, disminuir su fuerte endeudamiento y hacer frente a la presión de los cambios demográficos a los que se ha de enfrentar en el curso de este siglo. La principal fuente del crecimiento económico son las nuevas ideas. En opinión de esta Comisión de Expertos, el sistema universitario español requiere una profunda reforma para cumplir adecuadamente esas dos tareas: la formación de la juventud y la generación de nuevas ideas y conocimiento.»

¿Cómo sabemos que el SUE no funciona bien? El primer argumento siempre es el mismo (todos estamos cansados de oírlo una y otra vez), la falta de Premios Nobel. «La falta de universidades españolas de excelencia es incontrovertible. Por lo que se refiere a la mencionada generación del conocimiento, España no ha tenido un sólo premio Nobel científico desde hace más de un siglo: el único lo obtuvo Santiago Ramón y Cajal en 1906. En el polo opuesto se puede situar al Trinity College, con 32 premios Nobel, pese a ser sólo un College entre la treintena que tiene la Univ. de Cambridge (la universidad con más premios Nobel del mundo). Lo mismo sucede si examinamos el número de patentes: el sistema universitario público español tuvo 401 en 2010. Como comparación, un solo profesor del MIT, Robert Langer, tiene 811 patentes a su nombre, que han sido usadas por 250 empresas y han dado lugar a 25 nuevas empresas.»

El segundo argumento en contra es más razonable (lo que no quita que también sea discutible), la empleabilidad. «Las universidades no preparan a los jóvenes suficientemente para encontrar un trabajo adecuado al título que reciben. Entre los 27 países de la UE27, España es el país de Europa con menor tasa de empleo para titulados con educación terciaria, el 53%, porcentaje sólo igualado por Turquía y a comparar con el 66% de media para la UE27. Pese a que desde 1996 hasta el 2010 ha habido booms, crisis, recesiones, burbujas y pinchazos, la proporción de titulados universitarios que tiene un trabajo adecuado a sus estudios sólo ha oscilado entre el 46% y el 48%. Toda reforma universitaria debe estar encaminada a prestar un mejor servicio a los estudiantes y a la sociedad española en su conjunto, pues la universidad debe estar al servicio de los ciudadanos que la financian, de la sociedad, no de sí misma.»

Muchos agradecerán una breve estadística sobre el SUE (sobre todo los que nunca se han preocupado por estos temas). «Hay 50 universidades públicas y 31 privadas; de las 50 universidades públicas, 47 son presenciales, una no lo es (UNED), y dos son especiales (UIA y UIMP); de las 31 privadas, 5 no son presenciales. Hay 236 campus universitarios, ubicados en municipios diferentes, que ofrecían (datos del 21 Sep 2012) un total de 2541 grados universitarios (= 1972 + 569, univ. públicas + privadas), 3292 (= 2607 + 685) másteres oficiales y 1751 (= 1564 + 187) doctorados. En total, en el curso 2011‐12 había 1.469.653 estudiantes, un 3% más que en el curso anterior. El profesorado con vinculación permanente a las universidades públicas está hoy compuesto de a) catedráticos de universidad (CU) y profesores titulares (TU), que son funcionarios, y de b) doctores contratados de forma indefinida. Al grupo de funcionarios (CU y TU) hay que sumar los catedráticos y titulares de escuela universitaria (CEU y TEU), cuerpos hoy en proceso de extinción. La distribución actual es la siguiente (datos del 17 Oct 2012): Funcionarios, 11748 CU y 30876 TU, lo que da un factor CU:TU de 1:2,6. A éstos hay que sumar 1411 CEU y 7066 TEU; en total, 51101 funcionarios. A estas cifras hay que añadir (datos del 1 Ene 2011) 1095 interinos de estos cuerpos, 9 (CU), 895 (TU), 1 (CEU) y 190 (TEU). PDI doctor con contrato indefinido: 8556 (incluyendo «contrato fijo discontinuo»), un 15% del total de PDI permanente. PDI con contrato de duración determinada: 42266. Por otro lado, hay más de cinco mil acreditados sin plaza (octubre de 2012) por el programa ACADEMIA de la ANECA (que según la Comisión no presenta las debidas garantías académicas ni jurídicas que garanticen la selección de los mejores). Hay 1853 acreditados como CU y 3253 como TU aún sin plaza. Además, ya es PDI funcionario un total de 10592 acreditados, correspondientes a un total de 3972+3380 titulares y 3240 catedráticos, que representan el 67.5% de los acreditados. Los 5106 acreditados sin plaza citados en el texto representan el 32.5% restante. La tasa de éxito en las acreditaciones (evaluación positiva) es alta, de casi el 69% para CU y del 67.2% para TU respecto del total de evaluados.»

El informe de la comisión cae en los tópicos de siempre. ¿Cómo medir la actividad investigadora del PDI en el SUPE? En base a los sexenios («tramos de investigación» de seis años) que sólo pueden ser obtenidos por el personal docente e investigador (PDI) funcionario (unos 51.100 en total). «Las cifras no son alentadoras: el 37.6% del PDI funcionario no tiene ningún sexenio, el 20% sólo posee uno y el 18.4% tiene dos sexenios reconocidos. Por tanto, más de la mitad (el 57.6%) del PDI funcionario tiene un sexenio reconocido o ninguno, es decir, tiene una actividad investigadora nula o casi inexistente. Al margen de las posibles matizaciones y de la cautela con la que siempre hay que considerar datos de este tipo, es evidente que el panorama de la investigación en las universidades españolas es manifiestamente mejorable.» El informe arremete contra «la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) que afirmó que en el ámbito de la investigación, la producción científica española es la novena mayor del mundo: España genera el 3.4% de la producción global. Dos tercios de esta producción científica es generada en las universidades. Un resultado más que notable si consideramos que España sólo invierte en I+D+i un 1.38% de su PIB, muy lejos del 2.3% que es la media de la OCDE. Ello revela una eficiencia extraordinaria: con poco, hacemos mucho.» Según el informe, «el problema, obviamente, es que esa productividad sólo mide el número y no la calidad e importancia de las publicaciones; es decir, mide muy poco.» De nuevo, la comisión mira a lo que más brilla. «El número de trabajos publicados por premio Nobel en una universidad de élite es, más o menos, de unos 12000. Si el criterio del número fuera aplicable a nuestro país, España habría obtenido varios premios Nobel en 2011.»

El contenido del informe sigue las siguientes líneas. «Una universidad vale, sobre todo, lo que vale su personal docente e investigador (PDI). Por tanto, la selección del profesorado (cap. I) es el aspecto más importante para dos de las funciones esenciales de la universidad, docencia e investigación, es decir, para la transmisión y la generación de conocimiento. Una buena selección del PDI contribuirá decisivamente a la calidad de la universidad y al servicio que ha de prestar a la sociedad. La evaluación externa de las universidades (cap. II), pública y fácilmente consultable por los alumnos y por la sociedad en su conjunto, obligará a las universidades a competir más en la selección de su alumnado, basada en el mérito y asociada a un sistema de becas adecuado y suficiente (la Comisión recomienda que se potencie el distrito único). También hay que reformar el sistema y los órganos de gobierno de las universidades (cap. III), así como el procedimiento de selección de los cargos unipersonales (rector, decanos, etc.). Todos los informes previos sobre el SUPE coinciden en que éste es un punto clave. Como el buen funcionamiento de una universidad depende de su financiación (cap. IV), el informe propone un considerable incremento de los fondos como condición necesaria, pero no suficiente, de la mejora de las universidades.»

En las próximas cuatro entradas hablaré del contenido de cada uno de los cuatro capítulos. Lo siento a quienes aburran este tipo de asuntos.

Francis en ¡Eureka!: Las matemáticas también son protagonistas de las noticias

Dibujo20130210 Benford law - miguel lacruz data from barcenas

El audio de mi sección ¡Eureka! en La Rosa de los Vientos, Onda Cero, ya está disponible. Puedes escucharlo siguiendo este enlace. Como siempre, una transcripción libre del contenido.

Se ha publicado esta semana que un matemático de la Universidad de Sevilla ha demostrado que los papeles de Bárcenas aireados por El País son falsos gracias a la ley de Benford. ¿En qué consiste esta ley? Miguel Lacruz (profesor de matemáticas de la Universidad de Sevilla) publicó en su blog «Café Matemático» un análisis basado en la ley de Benford o la ley del primer dígito. Esta ley fue descubierta en 1881 por el astrónomo Simon Newcomb en tablas de logaritmos (muy utilizadas cuando no había calculadoras) y redescubierta en 1938 por el físico Frank Benford, que verificó la ley con otras tablas de números diferentes. La ley afirma que en las tablas de números de magnitudes que crecen de forma exponencial con el tiempo (como muchos fenómenos económicos, como los precios, las exportaciones, incluso las entradas contables o los balances de capital) el primer dígito aparece más veces que los demás. De hecho, el 30% de los números empiezan por el dígito uno, el 18% por el número dos, el 13% el número tres, y así sucesivamente hasta llegar a menos del 4,6% para los números que empiezan por el dígito nueve. Existen listas de números que no cumplen esta ley, pero en muchas listas puede utilizarse para saber si la tabla de números ha sido falsificada.

Miguel Lacruz, «Los papeles de Bárcenas,» Café matemático, 4 feb 2013. M. Arrizabalaga, «Un matemático aplica la ley de Benford a los papeles de Bárcenas y concluye que son falsos,» ABC.es, 6 feb. 2013; «Un profesor de la Universidad de Sevilla compara la frecuencia de los dígitos en los supuestos apuntes del extesorero del PP y afirma que han sido maquillados.»

El profesor Lacruz ha descubierto que los papeles de Bárcenas no cumplen con esta ley por lo que están falsificados. El estudio de Miguel Lacruz analizó 84 asientos contables desde 2002 a 2008 en los papeles de Luis Bárcenas y encontró que no cumplen la ley de Benford. Por ejemplo, el uno es el primer dígito en el 50% de los números de Bárcenas, en lugar del 30% que predice la ley de Benford, el dos aparece sólo un 10% de las veces en lugar del 18% predicho, o por ejemplo el seis aparece un 13% como primer dígito en lugar del 7% de las veces esperado. Además, el profesor Lacruz observó que la contabilidad del PP entre 2008 y 2011 sí cumple perfectamente la ley de Benford. Por ello afirmó en su blogs que los números de Bárcenas estaban falsificados y Luis Bárcenas miente.

¿Este análisis es fiable, riguroso y podría ser utilizado por un juez? En realidad no lo es. La ley de Benford es un ley de potencias y el análisis estadístico de las leyes de potencia hay que realizarlo con mucho cuidado. Un análisis matemático riguroso requiere que el número de datos sea suficientemente grande; en el caso de los papeles de Bárcenas y de la contabilidad del PP, analizados por el profesor Lacruz, resulta que este número es insuficiente para concluir nada. En rigor un análisis basado en la ley de Benford no es aplicable a tan pocos datos. Por ejemplo, la anomalía con el dígito seis, más común de lo predicho por la ley de Benford, tiene una explicación sencilla en España, un millón de pesetas en lugar de un «uno» empieza por un «seis» en euros. En resumen, por pura casualidad en los datos de Bárcenas entre 2002 a 2008 hay una discrepancia y en los de 2008 a 2011 del PP hay un acuerdo con la ley de Benford, pero es pura casualidad. De hecho, si todos los datos se escriben en pesetas, la ley se cumple, aunque también por casualidad. Por tanto, no se puede concluir nada sobre la falsedad o no de dichos datos.

Recomiendo Abel Fernández, «La Ley de Benford y la presunta contabilidad B del PP,» Sintetia, 7 feb. 2013.

Cambiando de tema. Hace dos semanas fue noticia una matemática española que había resuelto un problema matemático planteado hace 80 años. ¿Hay novedades sobre dicha noticia? En el último congreso de la Real Sociedad Matemática Española celebrado en Santiago de Compostela a finales de enero, hubo una rueda de prensa en la que la española Eva Gallardo Gutiérrez, profesora de matemáticas de la Universidad Complutense y Carl Cowen, profesor de la Universidad de Indiana, en Indianapolis, EEUU, habían logrado resolver el problema del subespacio invariante, que planteó el genial matemático John von Neumann en 1935. Quizás el problema más importante del área de Análisis Funcional y la Teoría de Operadores aún por resolver. Sin embargo, la alegría para la comunidad matemática española ha durado poco. El 5 de febrero los propios autores han comunicado que su demostración no resuelve el problema y que una de las afirmaciones que realizan no está bien justificada. Ahora mismo están trabajando para resolver este problema, pero no parece fácil lograrlo. En marzo publicarán la demostración tanto si logran resolver el problema como si no, para que otros matemáticos les ayuden. Por ello, a día de hoy el problema del subespacio invariante sigue sin estar resuelto.

«Carl Cowen y Eva Gallardo presentan la solución afirmativa al «problema del subespacio invariante»,» RSME, feb. 2013, y en este blog «Resuelto el problema del subespacio invariante,» 26 enero 2013.

¿En qué consiste este problema matemático? El problema es difícil de explicar en un lenguaje llano. Imagina que tomas una pelota de baloncesto con las manos y le das muchas vueltas. Siempre existe un eje de giro, tal que el resultado final se podría haber obtenido rotando una sola vez sobre dicho eje de giro. El eje de giro es un subespacio invariante para el operador de rotación de la pelota de baloncesto. El problema del subespacio invariante consiste en saber si para ciertos espacios con infinitas dimensiones llamados espacios de Hilbert también es cierto que siempre existe, digámoslo así, un «eje» de giro (un subespacio invariante). Este tipo de espacios se usan en la teoría matemática de la mecánica cuántica y para la reconstrucción de datos de tomografía computerizada. Por lo que la solución del problema podría tener algunos usos futuros de interés aplicado.

Miguel Lacruz, «Statement from Cowen and Gallardo,» Café Matemático, 5 feb. 2013, y en este blog «Una pena, pero el problema del subespacio invariante sigue abierto,» 5 feb. 2013.

Y para acabar, se ha descubierto un nuevo número primo de Mersenne. Mersenne fue un monje francés del siglo 17 que predijo que todos los números que son iguales a una potencia de dos menos uno (2^p-1) son números primos. Sin embargo, esto no es cierto, como se demostró a finales del siglo 19. Hoy en día se conocen 48 números de Mersenne que son primos, el último se ha descubierto el 25 de enero: el número dos elevado a 57.885.161 menos uno (2^57.885.161 -1) es primo (un número con 17.425.170 dígitos). Se han utilizado 360.000 ordenadores conectados por internet y han sido necesarios 17 años. Este es el programa de ordenador más largo que se ha ejecutado en internet hasta el momento.

«GIMPS Project Discovers Largest Known Prime Number, 2^57885161 -1,» 25 Jan 2013; «Mersenne Primes: History, Theorems and Lists

¿Para qué sirve descubrir números primos tan grandes? Los sistemas de cifrado que más se utilizan en internet para proteger cuentas bancarias, datos de tarjetas y demás información sensible se basan en algoritmos que utilizan números primos. Los avances en la detección de primos con gran número de cifras, como este cuadragésimo octavo número de Mersenne redundan en avances en el desarrollo de este tipo de algoritmos y acaban resultando en transacciones seguras por internet mucho más seguras. Así que aunque parezca una tontería, este tipo de descubrimientos son importantes en nuestra vida diaria.

Lo dicho, si quieres escuchar el audio, si aún no lo has hecho, sigue este enlace

Imagen: No sé si podrá utilizar alguna imagen de los papeles de Bárcenas en El País . La foto de los matemáticos está en https://francisthemulenews.wordpress.com/wp-content/uploads/2013/01/dibujo20130126-carl-c-cowen-eva-gallardo-congreso-2013-rsme.jpg