
Como todos los años, sobre estas fechas, Thomson Reuters utiliza los datos bibliométricos del ISI Web of Science para predecir los premios Nobel de ciencias (Medicina, Física, Química y Economía). En Science Watch tienen un listado al que añaden tres nuevos candidatos, el Hall of Fame de los posibles candidatos de años anteriores (los únicos españoles en la lista son Juan Ignacio Cirac para el Nobel de Física y Joan Massagué para el Nobel de Medicina). Permíteme un repaso a dichas predicciones.
Premio Nobel de Física.
Teletransporte cuántico. Uno de los secretos del protocolo de teletransporte cuántico es su nombre, que trae reminiscencias del teletransporte de películas como Star Trek, aunque no tenga nada que ver. El marketing del título de un artículo científico o del nombre de un procedimiento experimental es fundamental para su rápida aceptación. El teletransporte cuántico es el único protocolo cuántico capaz de copiar información cuántica de un sistema a otro (con el requisito previo inexcusable de que hayan estado previamente entrelazados entre sí). El descubrimiento en 1984 del protocolo de cifrado cuántico (también llamado criptografía cuántica) por Charles H. Bennett (IBM Corporation, EEUU) y Gilles Brassard (Univ. Montreal, Canadá), les llevó a proponer, junto a William K. Wootters (Williams College, EEUU) la idea del teletransporte cuántico como único mecanismo de copia de la información cuántica. En 1993, se publicó el diseño del primer experimento para demostrarlo (C. H. Bennett, G. Brassard, C. Crépeau, R. Jozsa, A. Peres y W.K. Wootters). Este año, sin ir más lejos, se ha logrado un récord de teletransporte cuántico en una distancia de 143 km en las Islas Canarias.
Luz «lenta». Lene V. Hau (Univ. Harvard, EEUU) logró en 1999 ralentizar pulsos de luz a solo 17 m/s, unos 61 km/h, mientras atravesaban un condensado de Bose-Einstein (BEC) ultrafrío, y en 2001 llegó incluso a parar la luz durante unas milésimas de segundo. Su secreto fue un fenómeno físico de los BEC llamado transparencia inducida electromagnéticamente, que fue descubierto por Stephen E. Harris (Univ. Stanford, EEUU).
Fotoluminiscencia del silicio poroso. El silicio no puede emitir luz, pero Leigh T. Canham (Univ. Birmingham, GB) descubrió en 1990 que el silicio poroso es fotoluminiscente y puede hacerlo, de hecho, también es electroluminiscente. La gran ventaja del silicio poroso es que permite desarrollar aplicaciones nanotecnológicas compatibles con las tecnologías microelectrónicas actuales.
¿Qué pasa con el Nobel al bosón de Higgs? Como ya he comentado en este blog, las nominaciones al Nobel se recogen en febrero y entonces el bosón de Higgs no estaba en las quinielas. Si se concede el premio con urgencia, será como Nobel de Física en 2013. Si no se concede con urgencia, porque se espere al análisis de todos los datos recopilados en 2012, que será publicado en el verano de 2013, no será Nobel de Física hasta 2014.
Premio Nobel de Química.
Puntos cuánticos. Los puntos cuánticos (quantum dots) son nanocristales semiconductores que fueron descubiertos por el químico Louis E. Brus (Univ. Columbia, EEUU) cuando trabajaba en los Laboratorios Bell de AT&T en 1983. En la actualidad muchas aplicaciones nanotecnológicas se basan en estos dispositivos, cuya papel más importante es en nanofotónica (nanodispositivos tipo LED capaces de emitir luz).
Nanopartículas de oro. El oro es ideal para las joyas por su baja reactividad, lo que les permite «durar para siempre,» sin embargo, en 1985 Masatake Haruta (Univ. Metropolitana de Tokio, Japón) descubrió que nanopartículas de oro en un coloide eran un excelente catalizador de ciertas reacciones químicas, sobre todo las que involucran el oxígeno (como la oxidación de CO a muy baja temperatura, descubierta por Haruto en 1987). La catálisis basada en el oro fue llevada a su situación actual en la década de los 2000 gracias a los trabajos de Graham J. Hutchings (Univ. Cardiff University, GB), por ello también lo han incluido como candidato al Nobel en ScienceWatch.
Fotocatálisis y superhidrofilia del dióxido de titanio. En 1972 se publicó en Nature la tesis doctoral de Akira Fujishima (Univ. Tokio, Japón), quien junto a su director de tesis, Kenichi Honda (que yo también incluiría como candidato al Nobel si se concediera por este trabajo) descubrió que el dióxido de titanio puede utilizar para obtener hidrógeno por fotodisociación (fotolisis) del agua (procedimiento de bajo rendimiento y poco práctico en las aplicaciones industriales). En los 1990, Fujishima descubrió que el dióxido de titanio era superhidrófilo al ser irradiado con luz ultravioleta. El efecto fotocatalítico de Fujishima-Honda y la superhidrofilia de Fujishima han conducido a gran número de aplicaciones en sistemas de autolimpiado, como espejos para automóviles, y en sistemas para el tratamiento de la polución ambiental.
Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
Adhesión celular. Richard O. Hynes (MIT, EEUU) y Erkki Ruoslahti (Inst. Investig. Médica Sanford-Burnham, EEUU) descubrieron de forma independiente la fibronectina, una proteína muy importante en la adhesión celular (con una función importante en la coagulación de la sangre, la cicatrización y la fagocitosis). Masatoshi Takeichi (Centro Biología Desarrollo RIKEN, Japón) descubrió la relación entre la fibronectina y las integrinas, gracias a canales de calcio, lo que permitió entender la función bioquímica de las primeras.
Control y señalización celular. Anthony “Tony” R. Hunter (Univ. California San Diego, EEUU) descubrió la fosforilación de la tirosina, fundamental para la señalización celular, y Anthony “Tony” J. Pawson (Univ. Toronto, Canadá), descubrió el dominio SH2, común a la mayoría de las proteínas que intervienen en las rutas de señalización, que se conecta a los receptores de la señal fosforilada.
Regulación genética. El papel de las histonas (responsables del empaquetamiento del ADN en el núcleo de las células) en la regulación de la expresión de los genes es fundamental. Los trabajos de C. David Allis (Univ. Rockefeller, EEUU) y Michael Grunstein (Univ. California Los Angeles, EEUU) clarificaron este papel a finales de los 1980.