Las revistas internacionales han crecido en volumen una barbaridad. Tanto han crecido que lograr la revisión de sus artículos por especialistas es cada vez más difícil. El resultado, muchos revisores son «aficionados.» Bueno, perdón. Jóvenes investigadores sin el peso de los años sobre sus hombros. ¿Pasa algo? No, todo lo contrario. Bueno, ¿o sí? Se está «colando» una cantidad de «basura» increíble. Realmente descomunal. ¿Qué pasa si esos «malvados graciosos» que generan artículos automáticamente mediante páginas web logran colar un artículo «basura» en una revista internacional? Nada de nada. A nadie le importa. Todo el mundo hace la vista gorda y ¡adiós buenas! Hay decenas de ejemplos pululando por internet. ¿Qué pasa si un investigador escribe un artículo «basura» que envía a tantas revistas como sea necesario hasta que logra «colarlo» y que se lo publiquen? Absolutamente nada. Todo lo contrario, un gran investigador es por colarlo haberlo ha (como diría el maestro «Joda»).
Un ejemplo tristemente famoso es el artículo del israelí Rohollah Mosallahnezhad, «Cooperative, Compact Algorithms for Randomized Algorithms,» aceptado para publicación en la revista de Elsevier Applied Mathematics and Computation, cuyo editor principal es John L. Casti (y donde yo he publicado más de un artículo). Afortunadamente, los autores («malvados graciosos») se retractaron y el editor lo «borró» (aunque ya tenía DOI). ¿Autores o autor? ¿Por qué se retractaron los autores? El artículo había sido generado por el programa SCIgen que genera artículos aleatoriamente. ¿Qué hubiera pasado si los autores no hubieran informado al Dr. Casti de su «broma»?
Por cierto, todo esto fue en noviembre de 2007. En diciembre de 2007 el Dr. Casti aprovechó para jubilarse. Desde enero de 2008 la revista tiene un nuevo editor principal Melvin Scott. ¿Dignidad? ¿Dimisión? ¿Pura casualidad? Quizás solo el peso de los años sobre sus hombros.
No es un problema de EL$EVIER, también se la han colado a las publicaciones de IEEE, por ejemplo. Lo que pasa es que Elsevier es muy grande y los problemas en Elsevier son más «vistosos» que en editoriales más pequeñas. Buscando en Google <site:linkinghub.elsevier.com «Withdrawn Article in Press»> aparecen 1020 entradas. Más de mil artículos. ¿Cuántos serán producto de «malvados graciosos»?
Otro ejemplo. Elsevier publicó 6 revistas entre los años 2000 y 2005 que estaban «financiadas» por compañías farmacéuticas «anónimas» que aparecían como revistas médicas con revisión por pares y lograron alcanzar índice de impacto en el JCR del ISI. En concreto «Australasian Journal of General Practice,» «Australasian Journal of Neurology,» «Australasian Journal of Cardiology,» «Australasian Journal of Clinical Pharmacy,» «Australasian Journal of Cardiovascular Medicine,» «Australasian Journal of Bone & Joint [Medicine].» Nos lo cuenta Bob Grant, «Elsevier published 6 fake journals,» TheScientist.com, 7 May 2009 , quien muestra evidencia de que el «Australasian Journal of Bone and Joint Medicine,» es una publicación pagada por la compañía farmacéutica Merck (y publica muchos artículos «científicos» favorables a los productos de la propia Merck).
¿A alguien le importan estas cosas? Cuando encuentras un artículo por Internet publicado en una revista internacional con índice de impacto, ¿te cuestionas si es «basura» o no? ¿Te crees todo lo que lees en revistas impactadas? ¿Te crees todo lo que lees en este blog? A la Mula Francis también se le cuela mucha «basura,» faltaría más.