La homeopatía y el centanario de la revista internacional impactada «Homeopathy»

Tengo amigos que se han suicidado homeopáticamente más de una vez. Tengo amigos que han ingerido una sobredosis de «medicamentos» homeopáticos sin sufrir efecto secundario alguno. Tengo amigos que han utilizado tabletas homeopáticas para evitar el jet lag sin éxito. Tengo amigos que son expertos titulados en homeopatía (lograron su certificado en tres minutos). Tengo amigos que ya han dicho tantas cosas sobre la homeopatía, que no sé qué más puedo decir yo. Bueno, firmé un manifiesto en contra del oscurantismo científico en la Universidad española. Y no, esta entrada no tiene por objeto explicar qué es la homeopatía

Pero también tengo un amigo que me ha recordado que la revista internacional Homeopathy de la Editorial Elsevier ha cumplido 100 años en 2011. Al principio no me lo creí, un siglo parece mucho tiempo. ¡Qué ignorante soy según mi amigo! Más aún cuando es una revista del ISI JCR con índice de impacto desde 2008 (1’041); en 2009 alcanzó 1’125, lo que la coloca en el segundo cuartil en el área Integrative & Complementary Medicine (17 revistas lideradas por Alternative Medicine Review con 3’515). Busqué la revista en ScienceDirect y me encontré con «100 years of Homeopathy,» Editorial, Homeopathy 100: 1-4, January-April 2011, y Anthony Campbell, «Social and historical: Reflections on 100 years of the journal,» Homeopathy 100: 5-8, January-April 2011. La revista ha publicado un número al año desde el número 1 en 1911 hasta el número 100 en 2011 (la cuenta no sale porque el volumen 45 se publicó durante dos años consecutivos 1955-1956). Ahora bien, en 1911 esta revista tenía otro nombre British Homoeopathic Journal. El nombre actual Homeopathy se cambió para el volumen de 2002 cuando la revista pasó a ser editada por Elsevier.

Me ha llamado la atención lo que dice Campbell sobre la evolución de la revista durante el siglo XX: «El énfasis de la revista no era científico, de hecho, antes de la Segunda Guerra Mundial el material clínico era anecdótico. Sólo en algunas ocasiones se discutió el tratamiento a los pacientes y siempre de forma cualitativa, nunca cuantitativa. (…) Los homeópatas han tardado en aceptar el reto de los ensayos aleatorios controlados con placebo (ECA). (…) Estas cosas empezaron a cambiar en 1977 con un artículo de R.H. Savage y P.F. Roe que presentaba un ensayo doble ciego del uso de la Arnica montana 30C  en accidentes cerebrovasculares. No se encontraron diferencias entre pacientes y controles. Repitieron el estudio el año siguiente, de nuevo con resultados negativos.» Me ha llamado la atención que hasta 1977 la revista «científica» más importante sobre homeopatía no publicara estudios científicos sobre homeopatía. Y más aún que los primeros artículos de corte científico en esta revista ofrecieron resultados negativos. Me ha llamado la atención que esto se destaque en un artículo que conmemora los 100 años de esta revista. Más aún cuando Campbell afirma que «hoy en día los ensayos aleatorios controlados con placebo (ECA) para medir la eficacia de la homeopatía en el tratamiento de enfermos todavía son escasos [en la revista]. (…) Pocos trabajos de investigación publicados en la revista son clínicos [la mayoría son estudios en laboratorio].»

En el número anterior de esta revista, se celebran los 200 años de la «biblia» de la homeopatía escrita por Samuel Hahnemann, con artículos como el de Josef M. Schmidt, «Social and historical: 200 years Organon of Medicine – A comparative Review of its six editions (1810–1842),» Homeopathy 99: 271-277, October 2010. Bueno, no es la primera vez que la homeopatía celebra sus 200 años. En 1990 se conmemoró el 200 aniversario del experimento de Hahnemann consigo mismo de 1790 del que nació la idea de la homeopatía. En 1996 se celebraron los 200 años de la publicación de los principios de la homeopatía publicados en el artículos «On a new principle” de Hahnemann. Y en 2007 se celebró la introducción del término «homeopático» por Hahnemann en 1807. La primera vez que Hahnemann utilizó el nombre «homeopatía» fue en 1810, junto con la máxima “similia similibus curentur.”

Claro que cuando uno ojea un poco más en esta revista se le quitan las ganas de seguir ojeando. Basta leer el comentario de John A. Ives, Wayne B. Jonas, Joyce C. Frye, «Do serial dilutions really dilute?,» Homeopathy 99: 229-230, October 2010, en el que los autores afirman que han demostrado que en una dilución 30C se retiene del orden del 1% del soluto. O es una dilución 30C, o no es una dilución 30C, porque la aritmética no engaña.

PS (03/08/2011): La homeopatía hay que entenderla en el contexto de la medicina del s. XIX. Os recomiendo P. Marcussen, «Homeopatia: mitos y realidades,» Ciencia, UNAM, 085, 2007.

Flaco favor a la ciencia, el premio Nobel Luc Montagnier se apunta a la homeopatía

Luc Montagnier, el virólogo francés que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 2008 por descubrir el virus del SIDA (VIH),  se apunta a la investigación más avanzada en homeopatía, la dilución de moléculas de ADN vírico en agua (diluciones 10-18). Como en Francia todavía recuerdan el caso de Jacques Benveniste y la «memoria del agua,» Montagnier, con 78 años, ha decidido emigrar a Shanghai, China (liderará un nuevo Instituto de Investigación en la Universidad de Jiaotong). Los chinos están más abiertos a investigaciones tan «avanzadas» (ya publicó dos artículos en 2009 sobre este tema). La mejor curación posible para el autismo, que según Montagnier está provocado por las ondas electromagnéticas «almacenadas en la memoria del agua» que alcanza el cerebro tras haber estado en contacto con el ADN de ciertas bacterias intestinales. Estas ondas electromagnéticas pueden ser compensadas con las ondas electromagnéticas «almacenadas en la memoria el agua» en la que se han diluido moléculas de ADN de estas bacterias intestinales (el «medicamento homeopático»). La interferencia destructiva entre estas ondas electromagnéticas, según la hipótesis de Montagnier, destruye el efecto patológico de estas ondas en el cerebro y permitirá curar el autismo, algunos casos de Alzheimer e incluso otras enfermedades neurológicas. Qué «gran pena» que el gobierno francés no quiera financiar investigaciones tan relevantes de un «viejo chocho.» Nos lo ha contado Martin Enserink, «Interview to Luc Montagnier: French Nobelist Escapes «Intellectual Terror» to Pursue Radical Ideas in China,» News of the Week, Science 330: 1732, 24 December 2010. 

Montagnier, como Benveniste, afirma que el agua en contacto con una cierta substancia (en su caso ADN vírico) adquiere una serie de cambios estructurales (la «memoria» del agua) incluso en diluciones muy altas en las que se puede afirmar con rotundidad que ya no queda ninguna molécula en dilución. Afirma Montagnier que estos cambios estructurales se pueden medir gracias a las ondas electromagnéticas que producen y que su grupo de investigación las ha medido en autistas y algunos enfermos de Alzheimer, Parkinson y esclerosis múltiple. ¿Las han medido en bacterias del cerebro de estos enfermos? No, no, … las han medido en bacterias intestinales de estos enfermos. ¿Y cómo llegan del intestino al cerebro estas ondas electromagnéticas para provocar la enfermedad? Pues obvio, gracias a la «memoria del agua» en el plasma sanguíneo que acaba llegando al cerebro. 

Cuando Enserink le ha preguntado a Montagnier por Benveniste ha sido claro «creo que [Benveniste] tenía razón, el problema es que sus resultados no eran reproducibles al 100%.» ¿Homeopatía? Sí, claro, Montagnier afirma que «las diluciones altas de algo no son nada más que agua, son algo más ya que el agua presenta estructuras que «imitan» a las moléculas originales que tenía disueltas.» ¿Pseudociencia? No, «no es pseudociencia, no es charlatanería, se trata de fenómenos «reales» que merece la pena estudiar en más profundidad.»

Sin comentarios.

Por cierto, si algún homeópata es lector de este blog: Luc Montagnier et al., «Electromagnetic signals are produced by aqueous nanostructures derived from bacterial DNA sequencesBiomedical and Life Sciences Interdisciplinary Sciences: Computational Life Sciences 1: 81-90, 2009; y Luc Montagnier et al., «Electromagnetic detection of HIV DNA in the blood of AIDS patients treated by antiretroviral therapyBiomedical and Life Sciences Interdisciplinary Sciences: Computational Life Sciences1: 245-253, 2009.

 Y ya que estamos, para los demás, J.R. Mora, «Humorpatía,» Amazings.es, 01 Dic. 2010; Eugenio Manuel, «Mi primer suicidio homeopático,» Amazings.es, 27 Nov. 2010; ¿Qué es la homeopatía? «La pseudomedicina que está más de moda en los últimos tiempos; la creación de una Cátedra de Homeopatía en la Universidad de Zaragoza o la programación por parte de la UNED de tres cursos de máster en los que se enseña esta pseudociencia son pruebas de ello.»

PS: Me recomiendan que os recomiende la lectura de Shora, «Los patinazos de los Nobel de Ciencia (I),» MedTempus, Blog de Medicina, 25 octubre, 2010; «Los patinazos de los Nobel de Ciencia (II),» MedTempus, Blog de Medicina, 2 noviembre, 2010.

¿Es homeopática la propuesta de Luc Montagnier? No, pues usa ondas electromagnéticas, como nos contaron en Harriet Hall, «The Montagnier “Homeopathy” Study,» Science-Based Medicine, Oct 20, 2009.

El agua, el placebo perfecto, o la homeopatía como placebo

Cuando sabemos que podemos superar una dificultad nos enaltecemos y logramos superarla. Pensar positivamente es clave. Nuestro sistema inmunitario es casi perfecto y permite que superemos gran número de enfermedades, a veces, rayando lo milagroso. Para que funcione bien tenemos que estar tranquilos, relajados, sin preocupaciones, saber que somos capaces de superar la dificultad…

Hay médicos buenos y «no tan buenos.» Los buenos inspiran confianza, seguridad y logran que superemos mejor nuestras enfermedades. El efecto placebo ha sido utilizado por los médicos desde siempre, muchas veces sin ser conscientes de ello, muchas veces incluso cuando los propios médicos lo niegan. La confianza en el médico es clave a la hora de superar una enfermedad. Los médicos lo saben y lo han sabido siempre. El artículo de los médicos catalanes Ana Macedo, Magí Farré, y Josep-E. Baños, «Placebo effect and placebos: what are we talking about? Some conceptual and historical considerations,» Eur. J. Clin. Pharmacol. 59: 337-42, 2003 , nos lo recuerda (o se lo recuerda a sus lectores, los propios médicos). Hay muchos artículos sobre el tema, pero lo que está claro es que el efecto placebo forma parte de la práctica clínica de los médicos buenos.

¿Qué es la homeopatía? El uso del agua para curar, para lograr que un enfermo se sane a sí mismo. ¿Cuál es la explicación de por qué funciona la homeopatía? Funciona, porque funciona. Funciona, porque el enfermo confía en que funcione. La homeopatía es el efecto placebo perfecto, el uso del agua para convencer al enfermo que ha de curarse (normalmente se usa el azúcar como placebo). Obviamente, no lo digo yo. Hasta los expertos en medicinas alternativas lo saben y lo afirman: M. Carlston, «The mechanism of homeopathy? All that matters is that it works,» Altern. Ther. Health Med. 1: 96, 1995. Aunque todos los estudios clínicos sobre la homeopatía muestran que su efecto es beneficioso, a los médicos «no alternativos» no les gusta que la única explicación sea el efecto placebo: Frank Zimmermann-Viehoff, Karin Meissner, «Homeopathy and Placebo – Synonym, Similar or Different?,» Forsch Komplementärmed, 14: 247-248 , 2007 .

Homeopatía = placebo (en microsiervos). El agua cura, pero el agua de Lourdes cura más (el precio de un «medicamento» (placebo) influye en su eficacia). La VIII Semana de la Ciencia de Madrid mezcla pseudociencia y ciencia en sus conferencias. ¿Es la homeopatía una pseudociencia? ¿Es la homeopatía una ciencia? Sin lugar da dudas, la homeopatía es la «ciencia» del «buen médico,» el que hasta con «agua cura.»

Medicina cuántica, ¿realidad o ficción?

La Internet tiene cosas buenas y malas. Entre las malas, que distrae mucho. Acabo de leer escrito «Gripe y medicina cuántica», ¿medicina cuántica? Nunca lo había escuchado, ¿qué será? Google [«quantum medicine»] parece indicar que hay libros e institutos de investigación en este campo, que parece relacionado con la naturopatía.

Habrá que buscar fuentes más fiables.

Recurro a PubMed [«quantum medicine»] pero aparecen sólo 3 entradas: Davis «Quantum medicine; revolution of medical thought caused by results of modern atomic research» Medizinische, 46:1499-1501 (1953) [no he podido leerlo, pero parece que trata de «medicina atómica»]; Albertson «Are we ready for quantum medicine?» Physicians Manage, 24(4):47 (1984) [tampoco he podido leerlo]; y Chaialo & Hrubnyk «Characteristics of indices of biological oxidation under the therapeutic influence of electromagnetic radiation of millimeter range in a human organism» Fiziol Zh. 49(2):30-34 (2003) [escrito en ucraniano; el resumen dice poco, parece que trata de farmaco-cinética].

La decepción no significa que el camino no haya que recorrerlo.

Busco en ScienceDirect de Elsevier [«quantum medicine»] sólo una entrada: Csizmadia «From submolecular biology to submolecular medicine. The legacy of Albert Szent-Györgyi» Journal of Molecular Structure, 666-667: Pages 11-24 (2003). Es un artículo «histórico» que reinvidica la figura del premio nobel Györgyi que lo recibió por descifrar el ciclo de Krebs (ciclo metabólico del ácido nítrico), según el autor, el inicio de la Medicina Molecular. Parece que este «nobelado» intuyó que en el futuro, ¿ahora?, habría una Medicina SubMolecular, la Medicina Cuántica. ¿Qué efectos cuánticos son relevantes en la salud? El autor menciona el plegamiento y la metilación de proteínas como fenómenos intrínsicamente cuánticos que afectan a la salud y requieren una «medicina cuántica». Tras un poco de numerología y bastante «metafísica» el artículo no saca de dudas. Sigo sin saber qué es la medicina cuántica, eso sí, es algo del «futuro» [«The future usually arrives a little bit sooner than we are ready to give up the present»].

Busco en ISI Web of Science [«quantum medicine»] sólo hay tres entradas: el artículo de Csizmadia encontrado en ScienceDirect; Kekovic et al. «A kink-soliton model of charge transport through microtubular cytoskeleton» MATERIALS SCIENCE FORUM 494: 507-512 (2005), artículo sobre acupuntura y la importancia del citoesqueleto celular, formado por una malla de microtúbulos de carbono, en una «futura» acupuntura basada en la inyección de pulsos eléctricos en el régimen de microondas que actúan excitando modos vibratorios no lineales en la estructura de microtubulos, artículo citado por Rakovic et al. «Quantum decoherence and quantum-holographic information processes: From biomolecules to biosystems» MATERIALS SCIENCE FORUM 518: 485-490 (2006), artículo más próximo a la pseudo-ciencia que a otra cosa; y, el tercero, DeSmul «Very new waves in very old meridians: Quantum medical physics of the living» ACUPUNCTURE & ELECTRO-THERAPEUTICS RESEARCH 21 (1): 15-20 (1996), sobre las mismas ideas, la acupuntura tiene una base «científica» relacionado con ciertas ideas «cuánticas». Un sin sentido.

Antes de dar la toalla por perdida, consume unos minutos más de tu valioso tiempo.

Busco en SpringerLink [«quantum medicine»] sólo hay 11 entradas, de las que destaca Magas, «Perspectives for Quantum Medicine» capítulo de las actas del congreso «The Future of Life and the Future of our Civilization» (2006); Magas es profesor del Dep. Física Teórica de la Universitat de Valencia: La Medicina Cuántica, o en general, la Física de la Vida, consideran cada ser vivo como un sistema cuántico conformado por la descripción de su genoma. El cuerpo humano no sólo responde a radiaciones electromagnéticos de nivel extremadamente bajo cuya frecuencia se encuentra en ciertas bandas muy estrechas (quizás debido a una resonanacia) sino que además, su efecto es positivo (sanación). ¡¿Nos podemos curar de muchas enfermedades gracias a la terapia por resonancia de microondas (MRT)?! ¡¡ Eso es la Medicina Cuántica !!

El autor afirma, ¡¿una propiedad de la mecánica cuántica es que la MRT no puede causar daño alguno, luego su efecto siempre es positivo?! Maravillosa deducción (¿será un modus ponens?).

El autor trata de discutir la posibilidad de «crear un sistema cuántico macroscópico, como nuestro cuerpo, desde el punto de vista de la mecánica cuántica». «Si la Medicina Cuántica se confirma, será La Medicina del Tercer Milenio».

Lo siento querido lector, pero nada más voy a leer. Si te interesa el tema, el artículo tiene bastantes referencias sobre MRT y temas relacionados. En Google Scholar [«quantum medicine»] tienes 193 referencias.

Recuerdo un amigo, traumatólogo de profesión, que afirmaba que podía palpar con los dedos el flujo del líquido cefalorraquídeo y con adecuados masajes podía controlarlo hasta conseguir mejoras significativas en sus pacientes. Sin embargo, se encontraba con la oposición del ‘establishment’ que quería pruebas estadísticamente significativas y no sólo algunos casos clínicos aislados.

Seguro que hay muchos libros de ciencia ficción que mencionan la medicina cuántica. Pero como ya superé la gripe hace poco, puedo afirmar que «tiempo al tiempo», la gripe se supera en una semana sin necesidad de medicina cuántica.